He aquí una forma de reutilizar los viejos cepillos de dientes... ¡como pulseras!
Para hacerlas tenemos que:
1. Poner agua a hervir
2. Cortar las cerdas del cepillo (si podéis arrancarlas mejor que mejor).
3. Cuando el agua hierva, meter el cepillo de dientes dentro y dejar un tiempo hasta que se ponga blando. Dependerá del modelo de cepillo pero por lo general con 5 minutos es suficiente
4. Sacamos el cepillo con unas pinzas y lo depositamos sobre un trapo de cocina donde lo dejamos enfriar
5. Cuando ya no queme pero aún esté caliente lo cogemos con la ayuda del trapo y le damos forma enrollándolo sobre un vaso, botella (cualquier cilindro del diámetro que nos interese).
6. Lo metemos en un bote con agua fría para que se endurezca y ¡listo!
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